Vida Sana Junio 17
Vida Sana
¿Por qué sentimos tensión en nuestros músculos sin movernos?
Nuevo consejo de Jorge López, fisioterapeuta
29/06/2017 - 18:30
Seguramente habrás notado en alguna ocasión la sensación de tensión en tu cuello y espalda después de una larga sesión de ordenador, o cuando conduces. Clásicamente se relaciona la sensación de tensión con un acortamiento de los músculos. Sin embargo, si analizamos la postura sentada, con la cabeza adelantada y los hombros redondeados, en realidad nuestros músculos de la espalda y cuello (trapecio superior, angular, romboides), están demasiado estirados. Así que estirarlos más como tratamiento no tiene mucho sentido.
Una hipótesis con cada vez más respaldo científico es la tensión dolorosa provocada por isquemia. Las posturas estáticas mantenidas demasiado tiempo provocan una disminución del flujo sanguíneo. El tejido nervioso, ya sea en las terminaciones nerviosas presentes en la musculatura y articulaciones como las conexiones nerviosas en la médula espinal, es muy sensible (mucho más que músculos, tendones o articulaciones) a la disminución del aporte de sangre. La tensión funciona como aviso para que cambiemos de postura y los nervios no sufran.
En los casos donde la tensión es una sensación mantenida, sin necesitar una posición estática para sentirla, dos factores están involucrados: Por un lado la debilidad de los músculos extensores cervicales (trapecios, elevador de la escápula, etc.) de forma que, el mero hecho de sostener la cabeza supone un esfuerzo intolerable. Esta debilidad patológica se asocia a la inhibición que se produce cuando el tejido articular está degenerado, por ejemplo hernias o protrusiones discales.
Por otro lado, el estrés, la falta de sueño, problemas en la salud general (diabetes), el estado emocional, son factores que facilitan que el sistema nervioso esté más irritable. Este fenómeno se conoce como "Sensibilización Central o Periférica" e influye en la cronificación de los dolores.
Así, para mejorar esta tensión, deberíamos fortalecer los músculos, especialmente con ejercicios de resistencia progresiva, ya que, aunque puedan producir aumento de tensión a corto plazo (hasta dos días después), a largo plazo mejora la elasticidad y el metabolismo muscular, haciéndolo menos vulnerable a la fatiga y la isquemia. Además el ejercicio reduce la sensibilización nerviosa gracias a su efecto analgésico.
Desde nuestro centro aplicamos tratamientos basados en estas evidencias, mejorando la postura mediante técnicas de reeducación postural (MDT McKezcie, método Schroth) y el fortalecimiento de alta intensidad de los músculos extensores cervicales mediante la exclusiva tecnología Medx.