Luis Piedrahita

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Entrevista a Luis Piedrahita

Las cosas pequeñas hacen de la vida algo grande

09/01/2012 - 16:11

  Os dejamos la entrevista más descargada de Üalà, al mago y monologuista Luis Piedrahita. Realizada por Sergio Fernández en la edición de enero de 2012.

Luis Piedrahita

Luis Piedrahita

Texto: Sergio Fernández

  Empezamos el año con humor. Los días 24 y 25 de enero, el monologuista y mago Luis Piedrahita vendrá al Teatro Principal de Alicante para representar su última obra, ¿Por qué los mayores construyen columpios siempre encima de un charco? Se dio a conocer al ganar el primer certamen de monólogos en El Club de la Comedia en el 2000, y se convirtió en un habitual del formato. Después llegaron el programa de radio No somos nadie, con Pablo Motos, el programa de magia Nada por aquí, y por supuesto, El Hormiguero, donde nos sorprende con su ingenioso humor y sus trucos de magia.

  Aunque le vemos habitualmente en el renovado Club de la Comedia de Eva Hache, Luis es un tipo inquieto, que lo mismo graba un cuento sinfónico (Diario de una pulga) que dirige una película (La Habitación de Fermat, un thriller con Alejo Sauras, Santi Millán y Lluís Homar) o escribe un libro de magia (Monedas y otras historias). De todo esto hablamos con él en nuestra primera entrevista del año.


De qué nos habla el espectáculo que traes a Alicante, ¿Por qué los mayores construyen los columpios siempre encima de los charcos?

 Es un monólogo que reflexiona sobre esas pequeñas cosas que no se tratan con justicia pero que hacen de la vida algo grande. Es un humor blanco, desde la imaginación y el ingenio. Hablo de ese viaje de la vida y juego con muchas cosas.

  ¿Es un espectáculo continuista o rompe con el anterior?

 Siempre ha sido éste mi punto de vista, mi forma de hacer humor. En este show el público también me propone temas, hay algo de improvisación. No saco al público al escenario, nadie se levanta de la butaca, pero de vez en cuando bajo, les pregunto, hablamos...

  Con la magia estás poniendo a una persona en el umbral de lo fantástico y lo imposible

  Siempre te has hecho conocer como 'El Rey de las pequeñas cosas'. ¿Cuándo te dio por darle trascendencia a lo trivial?

 Desde siempre he estado enamorado de la cosita pequeña. Ir al rastro, buscar en las cajas esas cositas pequeñas que nadie quiere... Lo del 'Rey de las pequeñas cosas' es un mote que me puso Pablo Motos, porque desde los tiempos de No somos nadie hablo de lo mismo.

  Ese look con 'gafacas' y megaflequillo, esa forma de hablar tuya... Es en lo primero que me fijé cuando empezaste a hacer monólogos. ¿Fue algo premeditado o ya venías así de casa?

 Venía así de serie. Ese look coincidió con el primer monólogo que hice ante una cámara de televisión. Tenía el flequillo largo y no había renovado las lentes, así que cogí esas gafas tan grandes, que eran de mi padre. Cuando terminé, la gente me decía que estaba muy bien el personaje. Tenía algo de 'muñecable', de 'peluchable', de 'describible', y eso es muy adecuado para hacer televisión. Fue involuntario pero al ver que quedaba bien, lo perfeccionamos.

  En el monólogo sobre naranjas terminas con un 'os exprimirán primero por la izquierda y luego por la derecha'. ¿Podría ser la hora de un humor menos blanco y más comprometido, más duro?

 No me interesa el humor beligerante. Dicen que es transgresor, pero para mí no lo es. Me gusta el humor que construye... Si quieres que alguien haga algo puedes usar una pistola, pero si usas algo así dejas el residuo de la batalla.

  Además de los monólogos, has trabajado en cine, escribes libros, tienes un blog, eres mago... ¿Cómo te administras el tiempo?

 Todos tenemos el mismo tiempo, y cada uno lo usa para lo que quiere. Lo que pasa es que es más fácil, menos árido, menos afanoso, usarlo para lo que te gusta. En mi caso, mi profesión me encanta y no me molesta estar cuatro horas ensayando números de magia o pasarme siete horas escribiendo un libro, no me entero.

  Precisamente es una de tus facetas más conocidas, la magia. Cómo mola hacer trucos a personajes como Tom Cruise, Shakira o Justin Bieber en El Hormiguero, ¿no? ¿Te ponen especialmente nervioso?

 No, da igual quién esté delante. Lo que da miedo es pensar que te están viendo cuatro millones de personas, y no las que tienes al lado. Con la magia estás poniendo a alguien en el umbral de lo fantástico y lo imposible, así que no importa si es Mel Gibson o mi abuela. Sólo que con ella no pasa nada si fallas, y en la televisión no puedes fallar.

  Has publicado el libro de magia para magos, Monedas y otras historias. ¿No decían que los magos no desvelaban nunca sus trucos?

 Sí, salvo a otros magos. Éste es un libro para magos, es el resultado de una investigación, de un trabajo realizado durante diez años. Es como decir 'yo he llegado hasta aquí en este tema'. Y a partir de ahí a ver qué pueden hacer los demás.

  ¿Por qué te aficionaste a la magia?

 De pequeño veía a Tamariz, a Pepe Carroll, y me decía: 'Yo quiero hacer eso'. Te cueste más o menos lo vas intentando, porque te gusta. Practicaba en el colegio con dos amigos que ahora también son magos, Román García y Kiko Pastur. 'Frikis' era lo más suave que nos decían.

  Volviendo al Hormiguero... ¿cómo hacéis para que vaya tanta estrella internacional a vuestro programa?

 En realidad no es algo... 'bonito'. Vienen a anunciar algo y El Hormiguero es el mejor programa de televisión para anunciar lo que venden. Will Smith dijo que era el programa en el que mejor se lo había pasado, Tom Cruise dijo que estábamos entre los tres primeros. Es que no hay ningún programa en el mundo así, en directo, es algo muy nuevo.

  Firmaste un libro de literatura infantil junto a Marta Botas, Diario de una pulga. ¿Qué te llevó hasta ahí?

 Sí, es un cuento hecho con una orquesta sinfónica en directo. Era una idea con pocos visos de salir porque hacer cosas así por tu cuenta es muy duro, pero Emilio Aragón se involucró en el proyecto y salió adelante. El cuento viene ilustrado por Marta y narrado por mí, porque viene con un CD.

  Dirigiste en 2007 La Habitación de Fermat, que recibió buena crítica. ¿Cómo te sentiste? ¿Volverás a dirigir?

 Pues vuelvo a abrazarme a la idea de sentirme afortunado. La codirigí con mi amigo Rodrigo Sopeña. Pero no te creas, el cine es una experiencia dolorosa, es algo agotador, aunque el resultado está ahí. Creo que hicimos una película muy insólita, con la arquitectura muy presente y hostil. En cuanto a lo de volver a dirigir, me gustaría, pero el cine es un capricho muy caro.

  Para terminar, ¿cómo se presenta el 2012?

 Pues vamos a seguir con el show de teatro por toda España, y ya estoy escribiendo el próximo libro y el próximo espectáculo, que tienen el mismo nombre: El español es un idioma loable, lo hable quien lo hable, basado en la sección Letra Pequeña de El Hormiguero. El nuevo espectáculo se estrenará en abril en Galicia.