Los Hermanos Muñoz
Entrevistas
El viaje interior de Estopa
Al editar su último disco de estudio, 'Allenrok'
12/05/2008 - 16:57
Estopa
Texto: Sergio Fernández
Estopa
Es la segunda vez que entrevisto a Estopa. Descuelgan el teléfono, suena una guitarra y oigo a una niña pequeña llorar. Sólo eso ya me hace sentir que estoy en su habitación, con ellos, de cañas y marcándonos unas rumbitas alegres. Siempre han sido muy cercanos. Las dos veces que les he llamado he tenido la sensación de que voy a charrar un rato con un viejo coleguilla. Le pregunto a José (guitarra y coros) si a otras personas les pasa lo mismo con ellos: “Sí, la gente nos dice: “Me suenas de algo” o “¿Sois mis vecinos?”". Empiezo hablando con José, pero después de tres preguntas con el manos libres del infierno para charlar, acabo conversando con David (vocalista). En cinco semanas, Allenrok ya es doble disco de platino, a pesar de que una web lo colgó quince días antes de que lo editaran. En este trabajo, aseguran, “no contamos tantas historias, no es tan realista, hemos hecho un viaje interior”. El sábado 31 de mayo estarán en el Parque Antonio Soria de Torrevieja.
Estopa
Ya estamos otra vez! ¡Nº1 en las listas de ventas en cinco semanas y doble disco de platino! Con los tiempos que corren, y para Estopa parece fácil, ¿no?
• No es ni fácil ni difícil. Tú haces tu trabajo, y luego la gente lo valora y lo compra si le ha gustado. Nosotros no sabemos si va a gustar cuando estamos componiendo las canciones. Cada disco es una guerra, nadie nos garantiza que vayamos a vender. Aunque después de tantos discos vendidos, empezamos a pensar que ya no es suerte.
Por cierto... ¿encontrasteis al sueco que colgó Allenrok en una web?
• Tío, es que lo colgó quince días antes de que saliera el disco a la venta. Cuando nos enteramos les dije a los de la discografíca que lo sacaran ya, pero no querían. Ahora que llevamos dos discos de platino me dicen “¿ves como no afectaba sacarlo antes?”, pero sí afecta. No es cuestión de quejarse, porque vendemos muchos discos, pero de todas formas hemos demandado a la página web que lo colgó.
Aun así, contra la piratería, ideas atractivas para que la gente compre discos. En vuestro caso, el sistema Opendisc.
• Nos lo propuso la discográfica. Se han roto la cabeza para pensar algo así, un cedé que permite comunicarse con el grupo, con el te puedes inscribir en la zona privada de Estopa, puedes bajarte las maquetas… Cualquier cosa para darle a la gente siempre es positiva.
Hacía mucho tiempo que no tocabais. ¿Qué habéis hecho? ¿Viajar?
• Pues bajarnos del escenario, apartarnos de la ventana mediática… Vamos, no salir en la tele. Hemos hecho vida cotidiana, no hemos viajado como otros años. El sitio más exótico al que hemos ido ha sido al supermercado, donde las frutas tropicales.
¿Cómo se os ocurrió llamar al disco Allenrok [Cornellá al revés]?
• Siempre buscamos palabras retorcidas para los discos, rebuscadas… Cuando terminamos las canciones, mucho después, aparece una palabra y la usamos para poner nombre al álbum. Pero no me preguntes por qué.
¿Quizás porque es vuestro disco más personal, al haberlo producido íntegramente?
• Es el más personal por la producción, sí. Para bien y para mal. Es más personal también porque no es un disco tan realista, no contamos tantas historias de la calle, es más para adentro. Un viaje interior.
¿Y eso? ¿Es que os sentís mayores?
• Hombre, hemos crecido, como todo el mundo hace. No te puedo decir por qué hemos hecho ese viaje, nos ha salido así. Si antes hablábamos de porros, pues ahora ya no. Nosotros componemos espontáneamente. Ni antes buscábamos ninguna polémica ni ahora hemos buscado este viaje.
Si cuando publicasteis ¿La calle es tuya? me dijisteis que era vuestro disco soñado, que representa este Allenrok?
• Sí, lo fue, fue nuestro nacimiento. Porque hasta ¿La calle es tuya? no pudimos producir, o no era el momento, o yo qué sé. Ahí empezamos a coproducir con primeros espadas como Pancho Verona. Ese disco fue un nacimiento, éste es una culminación. Lo hemos producido nosotros al 100%.
Y habéis metido scratches típicos del hip hop, coros y trompetas, guitarras muy rockeras...
• Me gusta que te hayas fijado en eso porque es una tarea de producción pura y dura. En otros discos hemos sido más lineales. En éste hemos vestido cada canción con su propio estilo. Me gusta pasar del rock al blues, al heavy, darle a todos los palos es interesante. Y el morbillo de jugar con lo electrónico. Aunque nosotros no somos maestros de nada, ni queremos que digan “mira cómo pasan de una cosa a la otra”.
En la primera entrevista que os hice me dijisteis que hacéis siempre lo mismo porque no os sabéis más acordes… Pero todo esto demuestra que sí ha habido una evolución, ¿no?
• Quizás hemos despertado. No somos ordenadores perfectos. Lo que sí sé, cuando miro para atrás, es que nuestros discos están llenos de canciones. Que luego se han hecho populares y eso, pero tienen un mensaje, dicen cosas.
Lo que no cambia es vuestro empeño a la hora de hablar sobre personas que andan por el “lado oscuro” de la vida. Hablo de Fuente de energía, Partiendo la pana y ahora, Cuerpo triste.
• En España hay muchos cuerpos tristes. Ese amigo que vive en su mundo, feliz, pero al que hay que darle una colleja para que espabile. La verdad es que nuestros discos están plagados de canciones dedicadas a este perdedor. Contar esas historias nos mantiene pegados a la realidad. De todas formas, todos somos un poco cuerpos tristes en alguna época o incluso en algún momento del día.
En 2009 hacéis diez años. ¿Cómo lo lleváis? ¿Algún proyecto en ese sentido?
• Se lleva bien y mal. Bien porque después de diez años no hay deterioro. Y tenemos que dar las gracias. Mal porque dices: “Joder, me quedan diez años menos”. Y en cuanto a los proyectos, pues no lo sabemos todavía, pero algo especial habrá.