Tü Opinión  

Maldiciones (I): Brian Wilson

¡César Espí vuelve tras su último y polémico artículo!

  Dada la buena acogida que ha tenido el asunto musical mi propuesta ahora es la siguiente: ¡comprendamos la música antes de oírla! Las historias de triunfadores no me conmueven en absoluto. ¿Quién quiere saber si Springsteen compuso Born To Run mientras por las noches ayudaba a escolarizar a un puñado de homeless? o si es cierto que Bono visita al Papa de vez en cuando para tomar el té. Siempre preferí la decadencia y el drama por su alto contenido emocional y porque convierte a la música y al músico en algo tan humano y tan frágil que asusta sólo de pensar en el contexto y las condiciones en el que éste ha de mostrar sus entrañas. Éste es el primer capítulo de una serie de casos notables de maldiciones y tragedias que la historia de la música nos ha dejado, parafraseando a José LuIs Moreno en su mejor papel, ‘pronóstico... dolooor’. Hoy hablamos de Brian Wilson.

 

¡BRIAN WILSON!

 

  Fue ni más ni menos que el genio creador de toda la obra clásica de The Beach Boys. Debido a los malos tratos que le profesaba su padre perdió la audición de un oído y sufrió siempre de inseguridades que combatió con un fuerte consumo de drogas llegando a perder la cabeza y sufriendo alucinaciones de todo tipo que le harán pensar que las cintas de sus grabaciones provocaban incendios, tanto es así que ordena llenar su casa de arena de playa en búsqueda de la inspiración perdida.

 

  El resto de la banda lo esconde debajo de la alfombra mientras continúa con las giras y lo mantienen componiendo encerrado en su mansión de Bel Air como a la gallina de los huevos de oro, de la que todos estuvieron viviendo largamente. Para finales de los ´60, convertido ya en millonario y considerado un genio en vida, da inicio su verdadero declive; come sin control, bebe sin control y genera una adicción a la cocaína que le acompañará hasta bien entrados los ´80. Sus composiciones pierden la grandilocuencia visionaria e inmortal de antaño y sus familiares y amigos lo empiezan a tratar como a un niño comenzando un deterioro personal que le llevará a perder el control de su obra, pese a que seguirá componiendo intermitentemente joyas de 3 minutos en los sucesivos discos de la banda.

 

  Reprise Records boicotea su anunciadísimo regreso (Brian is back!) en el año ´76 con un disco muy flojo, Love You, que apenas tiene arreglos y en el que solo participa Brian, en un estado físico lamentable, pero que firma el resto del grupo pretendiendo, infructuosamente, recrear las atmósferas del catedralicio Pet Sounds o el malogrado Smile, a su vez, evita la salida escandalosa de su secuela Adult Child por su contenido casi delirante,… desolador. Es conmovedor verle actuar en Kenebworth por última vez y obligado contractualmente por la discográfica junto al resto de los Beach Boys en el año ´80, apenas puede cantar y su gesto está tan evadido que deseas abrazarle.

 

  Para evitar el trágico desenlace su mujer contratará los servicios del psiquiatra Alan Laundry, un personaje como extraído de una novela de Charles Dickens que, sin embargo, consiguió mejorar su salud y calidad mental aprovechándose tanto de su fortuna como de él (llego incluso a co-componer canciones en su disco del ´88 sin tocar una sola nota…). Cinematográfico como poco.

 

  Actualmente Brian está liberado de la manipulación que sufría por parte de su familia, especialmente de Mike Love, su primo y cantante de la banda, amén de toda una cohorte de vampiros a cual más canallesco y desalmado. Ahora vive relajado e incluso ha conseguido exorcizar algunos demonios del pasado terminando el colosal Smile, saliendo de gira (Benicassim 2004), algo que no hacía desde el ´66 y  registrando discos, sin la genialidad de antes pero que, no obstante, le convierten en una de las personas más magnéticas que ha dado la música popular en los últimos 50 años, un ser que no estaba hecho para esos tiempos como él mismo predecía en una de sus canciones, un niño adulto que fue de los pocos genios malditos que consiguió vivir íntegra su locura y salir de ella con relativo éxito.

 

SUS ÉXITOS: 

 

Como compositor de éxito: Surfin´USA, I Get Around, Barbara Ann... Del ´61 al ´71, pueden ser más de 30, daría de comer a toda África si la música se comiera).

 

Como compositor clarividente: ´Till I Die, A Day In A Life Of A Tree, I Just Wasn´t Made For These Times… Pocos compositores consiguen manifestar tan claramente su situación personal, casi un futurólogo.

 

Como compositor delirante: Mr. Vernon And Fairaway (un cuento de hadas de 10 minutos que estremece por lo ilustrador de su estado mental), On Brodway (el clásico de los Drifters versionada en Adult Child… Tito Brian pierde completamente el norte).

 

Como compositor adorado: Good Only Knows (Paul McCartney y George Martin aún se preguntan cómo lo hizo), Pet Sounds (quieres que te la implanten en el cerebro para que sea la banda sonora de tu vida), Good Vibrations (una sinfonía atemporal en 3,37 minutos). Surfs Up (la canción que nunca compondrás, absoluto delirio de genialidad), Sail On, Sailor (su último éxito, lo que todos sus discípulos de ahora hubieran querido componer ellos solitos).